AGRICULTURA ECOLÓGICA
Es sencillo recordar, con solo cerrar los ojos, el sabor y el olor de un buen tomate o de un melocotón recién cogido. Nuestra memoria es muy selectiva cuando tratamos de recordar momentos positivos, y la mayoría de ellos se centran en aromas. A través de un olor podemos volver a experimentar situaciones que nos hacen “sentir bien” y que se mantienen perennes en nuestra memoria.

La agricultura ecológica nos devuelve esos momentos que tanto nos gustan, pero que nos cuesta recuperar. Y lo consigue gracias a la preservación de los suelos, a la rotación de cultivos o a la eliminación de productos químicos y fertilizantes, entre otros factores. Todo ello da como resultado un sistema de producción agrario que ofrece alimentos de máxima calidad nutritiva y organoléptica, mediante la utilización óptima de recursos renovables, y que garantiza un desarrollo sostenible e incide positivamente en la salud del consumidor y en el medioambiente.
La agricultura ecológica es el futuro de nuestros campos. Un futuro que, en realidad, lo que quiere recuperar es la vuelta al pasado; una época en la que todo sabía y olía a todo lo que tiene que saber y oler, y donde no se dañaban los campos ni el entorno.

A día de hoy, se cultivan en Aragón 56.460,79 hectáreas de cultivos ecológicos. De este total, Campo de Belchite representa un 13%. Es decir, es una de las comarcas con mayor extensión de agricultura ecológica de toda la comunidad aragonesa.
Tenemos la suerte de que algunos de los principales productos que se consumen en nuestra zona -cereales, legumbres, pasta o vino- son ecológicos 100%, gracias a dos empresas de referencia: Ecolécera y Bodegas Tempore.